Los españoles preocupados por el paro y la corrupción. González-Pons, no.
No hace falta mucha encuesta para conocer la obviedad. La situación económica, social y política van de la mano y aumenta conforme la desesperanza, los recortes sociales, la falta de perspectivas en un futuro mejor y en una situación económica de estancamiento a la que el gobierno no da respuestas ni planteamientos optimistas ni medidas dinamizadoras reales.
Junto a eso, los informativos y los periódicos tienen ya las portadas fijas sobre la corrupción y la poca vergüenza. La ciudadanía mira con asombro como para los que roban la justicia sigue siendo lenta y dilatada, mientras hay sufrimiento en las casas y con los recortes lo urgente es comer. ¿Y aún alguien se sorprenderá de la desafección política?
Lo más indignante es que González Pons afirme que: «en el momento que mejore la situación económica mejorara la confianza en los políticos». Parece mentira tal insensatez. El ladrón es ladrón con o sin crisis económica. Los cambios en las instituciones para aumentar la democracia hay que hacerlos, hay que garantizar el protagonismo y control de los ciudadanos. Las instituciones y los responsables políticos tienen que tener vocación de Servicio publico permanente, ser honrados y transparentes con o sin crisis económica.
Por la boca muere el pez, bueno o por Noos.