Urge la regeneración de la política y de los políticos
- No soy partidario de los radicalismos ni de los extremismos ni en ningún asunto ni en ningún contexto.
- La política centrada sólo en potenciar emociones y sentimientos anula al político que la provoca.
- La ley, en democracia es el único marco para garantizar la convivencia. La ley se puede cambiar pero dentro de los cauces democráticos para garantizar que todos y todas estamos con las mismas reglas de juego.
- Dialogar y pactar. Renunciar a todo radicalismo es la base de la democracia y de la convivencia en paz. Cauces de diálogo son necesarios. Igual que son necesarios interlocutores válidos y competentes.
- Si los interlocutores de uno y otro sitio no son válidos, tenemos que cambiarlos mediante unas elecciones con el voto secreto, libre y directo. Pero necesitamos políticos de altura, sin electoralismos baratos. Políticos que sólo tengan como ambición la convivencia en paz y hacer que todos seamos iguales y vivamos cada dia un poco mejor.. Políticos fuera del politiqueo. Necesitamos nuevos políticos de la gente para la gente y con la gente que ofrezcan perspectivas de futuro y no sólo estratagemas de presente, de su presente. Urge la regeneración de la manera de entender la política y también de los actores políticos.