La derecha necesita pobres para ejercer su caridad
Esta crisis económica, social e institucional ha evidenciado que los ricos cada vez lo son más y que cada vez hay más gente por debajo del umbral de la pobreza.
Los mínimos vitales han sido cuestionados y recortados, por un gobierno del PP que articula su política alrededor de empresas y negocios y no apostando por un estado fuerte, capaz de garantizar los mínimos vitales y dar opciones reales para la igualdad de oportunidades y posibilidades.
Toda acción de ayuda es encomiable, pero nosotros, como gente de izquierdas y comprometida, tenemos que trabajar para demostrar que antes que la caridad está la justicia. Que antes que la limosna es la igualdad, para un desarrollo colectivo e individual libre y con garantías.
Es hora de otra política, el estado debe adquirir el papel protagonista que la derecha le niega en favor de los intereses privados. Es hora de más acción sobre las personas. Es hora de una política realmente progresista que garantice la igualdad, el desarrollo de todos sin olvidar a nadie y asegure que cada cual pueda hacer con su libre criterio su plan de vida, sin necesidad de sentirse extraño, apartado o excluido. Es más hora de pensar en las personas y trabajar por ellas.