González Pons o la desvergüenza resucitada.
Es curioso que los dobermans del PP no desaparecen, los ocultan para luego resucitar cuando necesitan morder como arma de defensa. González Pons, que en su día fue anulado de la dirección del pp, ahora con Bárcenas reaparece para ladrar, para ejecutar el mismo papel que Álvarez Cascos con Aznar.
González Pons es un maestro de la ofensa y el insulto, es el mejor ejemplo de lo que sobra en la política. Es el perfil que aumenta la desconfianza de los ciudadanos. !Es un mala sombra!
El mismo que fue callado cuando dijo en campaña electoral que el PP crearía tres millones y medio de empleos, ahora ha vuelto a la escena a envenenar, a inyectar ira y desconfianza. No es consciente, o probablemente sí, del daño que está haciendo a la sociedad española en estos momentos tan difíciles.
Pero ya que sale, podría dar explicaciones con argumentos convincentes de las tramas podridas de su partido. Y también de la nefasta gestión de la crisis por el Gobierno que carga el peso sobre desempleados y trabajadores.
Cada vez que respira, contamina!