14 de abril, aniversario de la proclamación de la II República. ¡No hay dos sin tres!
En pleno debate abierto sobre la transparencia y modernización de las instituciones políticas del Estado, los socialistas no podemos nunca renunciar a nuestros principios básicos y fundamentales, los que abanderan a este partido desde su fundación: la libertad, la igualdad y la democracia.
No podemos rehuir como fuerza política reformadora y progresista el defender nuestros colores, el llevar a cabo una nueva transición que profundice en los principios de democracia e igualdad en todos los ámbitos del estado.
En la próxima conferencia política, que los socialistas celebraremos en octubre, no puede quedar ajena la jefatura del estado y nuestro modelo de convivencia. Sin miedo a abrir debates que nos lleven a acuerdos sociales; nada puede ser intocable, ni la monarquía ni la constitución. Hemos de defender que es el pueblo el que debe decidir, por referéndum, su modelo de estado y de convivencia.
Conscientes de los graves problemas que tiene el país, el primero la falta de empleo, consecuencia de las políticas conservadoras y retrógradas de la derecha del PP, nos corresponde hablar con libertad de nuevas acciones políticas que actúen para mejorar directamente la vida de la gente.
Sin excusas, es urgente el debate de la situación político e institucional de España y, por tanto, no podemos rehuir de la necesaria transparencia y democratización de todo el sistema político español; hemos de proponer sin miedo nuevos horizontes para España con más margen para la participación, el control, la democracia y la igualdad.
Somos un partido republicano, responsable, modernizador y de izquierdas. No olvidemos nunca ninguna de las cuatro cosas.